"I hate to go to bed, I hate to get up and I hate to be alone"

jueves, 28 de julio de 2011

Cena para seis

hablando de TC, la primera vez que escuché sobre Tallulah fue a través de él. fue hace algunos años cuando leí Kate Mc Cloud, uno de los relatos de Plegarias.

en Kate Mc Kloud, P.B Jones (un narrador que se parece mucho a TC) recuerda una noche fatal en la que seis personas con sus facultades mentales alteradas se juntaron a compartir una cena en la casa de un editor neoyorkino. El anfitrión es Turner Boatwright, un personaje con muchísimo de George Davis, una de las primeras personas que confió en el talento de Capote (más tarde se terminaron odiando) y fundador de la mítica February House en Brooklyn Heights.

La velada es en homenaje a Montgomery Clift, en pleno esplendor actoral al momento del relato, y las otras tres invitadas son Dorothy Parker, Tallulah Bankhead y Estelle Winwood. El mismo Boatwright/Davis se ocupa de la comida (sopa senegalesa, estofado, ensalada, un surtido de quesos y soufflé de limón) y se sienta a esperar con P.B a los invitados, citados para las 7.30. Pasan los minutos, las horas, las ginebras y ninguno de los cuatro invitados aparece, el estofado se empieza a secar en la cocina y a las 9 el anfitrión estalla: "Dios mío, ¿no se dan cuenta de lo que he hecho? Yo no sé Estelle, pero las otras tres son todas unas borrachas. He invitado a cenar a tres alcohólicas. Una ya está mal. Pero tres no acudiran nunca".

Finalmente los invitados tocan el timbre, completamente borrachos, y más preocupados porque les hagan un refill continuo de bourbon que por probar ningún plato.

A cada uno P.B/Truman le asesta uno de sus dardos ponzoñosos:

De Dorothy Parker dice: "La Parker tenía el aspecto de las mujeres a las que cualquiera le cedería inmediatamente el asiento en el subte, una niña vulnerable engañosamente imposibilitada que se hubiese ido a dormir y se hubiese levantado cuarenta años más tarde con ojos hinchados, dentadura postiza y whisky en el aliento".

De Tallulah: "Tenía la cabeza demasiado grande para su cuerpo y los pies demasiado pequeños. En cualquier caso, su presencia era por demás fuerte para que una habitación la contuviera, necesitaba un auditorio".

De Winwood: "Era una criatura exótica, delgada como una serpiente tiesa, como una directora de escuela".

A Monty lo pinta como el borracho más lindo del mundo, incapaz, desaliñado e imposibilitado de controlar sus manos temblequeantes: "Clift dejó caer un cigarrillo en su recipiente de sopa senegalesa que estaba intacto, y se quedo inerte, mirando fijamente el vacío, como si estuviera representando un soldado con neurosis de guerra" (esta imagen me resulta especialmente divertida).

El relato de esta cena ocupa unas cuatro páginas de Kate Mc Kloud, el momento más alto es un diálogo incoherente entre Parker y Tallulah sobre Monty que no les voy a contar por si quieren leerlo.

Algún tiempo después -no me acuerdo donde, tal vez la biografía de Gerald Clarke- leí a TC hablando de Tallulah otra vez. Contaba acerca una fiesta en California en la que cuando llegó el momento de meterse en la pileta, la actriz se apareció desnuda de pies a cabeza, solo adornada con su collar de perlas -"en un actitud muy tallulah", según Truman- y ante la sorpresa del resto de los invitados dijo algo así como "para que vean que soy toda rubia natural".